¿Qué precio tiene la leña de encina en 2024?
Si hablamos de comprar leña al por mayor, tal como aconsejamos en Venta de Leña en Madrid, el precio por kilo de leña de encina en 2024 está entre 0,25 y 0,35€/Kg para pedidos mínimos de media tonelada (el peso de 1 metro cúbico de leña seca) con entrega a domicilio dentro de la Comunidad de Madrid.
El precio de la leña en origen oscila entre 0,20 y 0,25€/kg, al que deben sumarse el coste de transporte hasta el almacén, la ocupación de espacio durante los 9 meses de secado y los márgenes del mayorista. Si hacemos pedidos superiores, normalmente el coste unitario por kilo será algo menor a costa del margen del almacén, pero las ofertas temerariamente bajas deben hacernos sospechar de la procedencia o la calidad de la leña.
Al hacer tu pedido, recuerda que debes aclarar con el mayorista si el precio incluye la colocación y si cobra algún suplemento por el transporte a partir de cierta distancia de entrega.
El encarecimiento de los precios de la energía entre 2021 y 2022 ha provocado un aumento de la demanda de sistemas de calefacción alternativos a la electricidad y el gas, como son los biocombustibles, además de una subida de los precios del transporte por carretera. Si no cambia la situación mundial, es previsible que en el próximo invierno sigan aumentando los precios de la leña por esta combinación de factores. Al menos en la Comunidad de Madrid tenemos la suerte que la leña de encina que encuentras en los almacenes procede en su mayor parte de la limpieza de montes extremeños y castellanos y aún tiene unos costes de transporte asumibles.
Además, a finales de 2022 se aprobó una rebaja del IVA del 21% al 5% para los biocombustibles sólidos de origen nacional, lo que incluye los pellets y la leña, que se mantuvo hasta diciembre de 2023. En enero de 2024 el IVA se elevó al 10%, una cifra que debe mantenerse durante la primera mitad de 2024 antes de volver al 21% y que debería contribuir a moderar el precio durante este invierno.
Consulta con tu distribuidor la posibilidad de comprar leña de temporada durante la primavera o el verano, cuando aún no la tienen completamente seca. La leña ocupa mucho espacio, y si dispones de una leñera para terminar el secado, puedes conseguir un descuento a cambio de hacer hueco en el almacén del mayorista.
¿Que época del año es mejor para comprar leña?
Si dispones de leñera para almacenar grandes cantidades de leña, te recomendamos que hagas tu pedido principal en verano o principios de otoño, cuando la madera cortada en la poda del invierno anterior lleva casi un año de secado a la intemperie y llegará a los meses de frío a punto para su quemado.
Ser previsor y anticipar tu compra puede tener premio: durante el verano los proveedores de leña tienen menos carga de trabajo y su disponibilidad para servir y colocar el pedido es mejor. Algunas empresas ofrecen ofertas en leña de temporada, que aún necesita unos meses de secado, para que termine el proceso en tu leñera. Si te decides a comprar leña húmeda, recuerda que puede perder hasta un 40% de su peso durante el secado, por eso es recomendable comprarla por volumen. De media, un metro cúbico de leña verde pesa unos 800 kg, mientras que si es leña seca pesa aproximadamente 500 kg.
¿Cuánta leña necesito para pasar un invierno?
La carga de leña que se necesita para calentar una vivienda durante la temporada invernal varía bastante con uso de la chimenea, la climatología, el aislamiento y la orientación de tu vivienda, etc. Como cifras orientativas de cara a hacer tu primer pedido, puedes contar con un gasto de 3Kg por hora para una estufa de unos 1o-11kW de potencia. Si sólo necesitas caldear una vivienda de fin de semana en Madrid ,el gasto normal estaría entre 500 y 750 kg por temporada. Si se trata de una vivienda habitual donde el fuego sólo se enciende por las tardes se necesitarán entre 1.000 a 2.000 kg, y si la chimenea se emplea como calefacción durante todo el día, el consumo normal puede llegar a 4.000-4.500 kg.
Si te venden la leña por volumen recuerda la regla: en un metro cúbico, bien apilado, hay unos 500 kg de leña seca. Por tanto, una tonelada de leña ocupará unos 2m³. Puede haber una oscilación como mucho del 10% según la forma de apilar los troncos o el grosor de la leña. En los típicos big bag, como quedan más huecos entre los troncos, normalmente la carga de leña es menor de la que correspondería a su volumen real.
Como curiosidad, en Estados Unidos y Canadá se utiliza una medida propia para la leña llamada cuerda que equivale a un cubo de unos 3,5m³.
¿Qué leña es la mejor para estufas o chimeneas?
Prácticamente todos los tipos de leña seca producen a arder una cantidad de energía similar por kg: unos 5,4 kWh o 4.643 kcal. A igualdad de secado, el principal factor que diferencia el comportamiento de las maderas al arder es su grado de dureza y su densidad.
Las leñas más duras, como encina o carrasca, el roble o el olivo, arden más despacio y dejan brasas que prolongan la emisión de calor. Son leñas que cuesta encender, y normalmente se necesita iniciar la combustión quemando astillas de pino, pero una vez que entran en combustión producen un fuego adecuado tanto para chimeneas y estufas abiertas como para cocinar en barbacoas.
Las leñas blandas, habitualmente de árboles frutales o coníferas como el pino o el abeto, son de menor calidad. Se queman más rápido en un fuego con mucha llama que puede tener utilidad decorativa, para calentar en poco tiempo una estancia, para cocinar en pucheros o para iniciar o avivar la combustión de otras leñas.
La leña es también una forma de aprovechamiento de la biomasa de nuestra zona, por tanto debemos intentar consumir los tipos de madera más habituales en el entorno, que normalmente serán más baratos que la leña transportada desde otras regiones. Por ejemplo, en la zona centro y Extremadura la leña más habitual es la encina, en zonas húmedas del Cantábrico y Pirineos se suelen vender leñas de roble y haya, en el Levante puedes encontrar leña de almendro o naranjo…
¿Es mejor comprar la leña por peso o por volumen?
Los mayoristas pueden medir la leña por peso (Kg) o por volumen (m3). Aunque el almacén disponga de su báscula homologada, siempre es más preciso comprar la leña por volumen. Esta modalidad nos permite anticipar con mayor exactitud la cantidad que vamos a recibir al margen del grado de humedad de la leña. Una madera verde puede pesar hasta un 40% más por su contenido de agua que una leña en su punto de secado, pero al menos puedes contar con que siempre ocupará el mismo volumen. Cuando compras leña húmeda al peso, estás pagando en parte por agua y, cuando esa madera se seque, tendrás en realidad “menos” leña de la que compraste sin haber llegado a encender un solo fuego.
Actualmente hay bastante proveedores que ya no venden los troncos a granel sino embalados en jaulas, palés o big bag de un volumen fijo que facilitan el transporte y el almacenamiento. Si recuerdas la regla de que un metro cúbico de madera seca pesa 500Kg, puedes calcular bastante bien la carga de leña que contiene el embalaje con una oscilación como mucho del 10% según lo aprovechado que esté el espacio del contenedor.
¿Se puede conseguir leña muy barata o gratis?
Además de aprovechar el verano para comprar la leña a una tarifa más barata, otra forma de ahorrar es haciendo un pedido de gran volumen. Los mayoristas de leña están interesados en dar salida a sus stocks durante los meses de frío. Intenta ponerte de acuerdo con tus vecinos para hacer una compra conjunta y normalmente el almacén ajustará el precio por kilo.
Aunque la crisis energética ha convertido la leña en un producto codiciado, aún quedan algunas vías para conseguir leña gratis. De entrada hay que advertir que todos los bosques tienen un propietario, ya sea una finca particular, un monte vecinal o un monte público, así que olvídate del pirateo, aquí hablamos sólo de formas legales de recoger leña.
Si tienes la suerte de vivir en un pueblo que tiene montes comunales, tal vez puedas beneficiarte del aprovechamiento de la leña procedente de la limpieza de esos terrenos.
A veces la explotación de los montes de dominio público se cede a un concesionario y no hay nada que hacer, pero en otros ayuntamientos se adjudica por “suertes” o se vende por lotes a bajo precio con preferencia para los vecinos empadronados. También hay localidades que permiten a los vecinos acceder en determinadas fechas a los montes públicos para que recojan ellos mismos las “leñas muertas”, una actividad que suele tener lugar en otoño-invierno y contribuye a sanear los bosques de cara a la primavera siguiente. Necesitarás un permiso municipal y debes respetar las fechas y áreas donde se autoriza la recogida de leñas muertas, o te arriesgas a recibir una buena multa.
Puedes informarte en la concejalía de medio ambiente de tu ayuntamiento, que es la entidad encargada de gestionar y conservar los bienes comunales del municipio.
Si vives en una zona rural, puede dar resultado revisar los anuncios clasificados de tu localidad durante la época de poda, que dependiendo del árbol se realiza normalmente entre finales de otoño y comienzo de primavera. Puedes tener suerte y encontrar a algún vecino que haya limpiado de ramas los árboles de su finca y ofrece la leña gratis si se la retiras. Eso sí, te llevarás una leña recién cortada que deberás secar durante meses para quemarla en el siguiente invierno.
¿Durante cuánto tiempo se debe secar la leña?
Las maderas duras como la encina o el roble requieren un mínimo de 9 meses de secado. Además, es conveniente que la leña de estas maderas se moje con la lluvia para expulsar los taninos una vez taladas. Esto hace que su proceso de secado se alargue aún más. No es buena idea comprar leña recién cortada, también llamada leña verde, salvo que dispongas de una leñera bien aislada para almacenar la madera durante meses.
No se debe confundir leña húmeda con mojada. Si compras tu suministro durante el otoño o el invierno, puede suceder que la leña seca que estaba expuesta al aire libre se haya mojado superficialmente con la lluvia pero, si no hay humedad en el interior de la madera, basta con secar los troncos un rato cerca del fuego y estarán listos para quemar. Se puede reconocer una leña que todavía está demasiado húmeda por señales como el ruido del chisporroteo y el exceso de humo que produce al arder.
¿Cómo puedo saber que la leña ya está seca?
El grado de humedad de la leña es el porcentaje de agua en el interior de la madera. La leña recién cortada tiene al menos con un 60% de humedad, y cuando la madera está en su punto este porcentaje debe ser algo inferior al 20%. Una leña totalmente seca ardería demasiado rápido, mientras que la madera húmeda presenta varios problemas: es más difícil de encender, la combustión es ineficaz y se puede llegar a perder el 60 % de la energía contenida en la leña. Además, la leña húmeda produce más residuos en forma de hollín y de una sustancia tóxica llamada creosota que podrían llegar a obstruir e incluso inflamar el conducto de la chimenea.
La humedad de la madera se puede medir con fiabilidad con un xilohigrómetro. También podemos meter un trozo de madera en una bolsa de plástico, cerrarla y dejarla al sol. Si pasado un rato aparece humedad en el interior de la bolsa, la leña aún no está seca.
Con algo de práctica se puede reconocer la leña seca recurriendo a algunos trucos tradicionales:
-Los troncos de madera seca son más ligeros que los de madera húmeda.
-En los troncos de madera seca la corteza ya está algo suelta, o se separa con facilidad.
-El sonido que hacen dos troncos al golpearlos entre sí. Si emiten un sonido hueco, es una señal de sequedad. Si escucha un ruido sordo, indica que la madera aún está verde.
-En la madera cortada se puede hacer una inspección visual de los extremos del tronco. Una madera seca presenta grietas en el tronco y un color más apagado, mientras que la madera húmeda es más compacta y de colores más vivos.
¿Cuál es el grosor recomendable del tronco de leña?
En los establecimientos especializados generalmente te servirán la leña cortada en piezas del grosor recomendado para cada tipo de leña. Los troncos de maderas duras como encina o roble no deben sobrepasar los 8-10 cm de grosor, mientras que las maderas blandas como las coníferas pueden llegar a los 10-12 cm. Si el tronco sobrepasa estos grosores la llama debe emplear más energía en abrir el tronco en vez de generar el calor hacia el exterior.
Si recibes los troncos sin partir, o los necesitas de menor grosor, tendrás que abrirlos golpeando el tronco con una cuña o bien con una astilladora o abretroncos que no deja de ser una cuña con un mecanismo de empuje. Hay modelos manuales y eléctricos para uso doméstico de esta herramienta que son suficientes para cortar troncos sin nudos de unos 20cm de grueso. Si te has planteado la compra de un abretroncos, te recomendamos consultar la Guía de astilladoras de leña.
¿Cómo hay que almacenar la leña?
La leña debidamente almacenada pueder durar hasta 5 años, hasta que se empieza a pudrir y pierde eficiencia energética. De ahí la importancia de guardar correctamente tu suministro.
La mejor forma de almacenar la leña es apilada regularmente en un lugar a cubierto que no esté muy lejos del lugar donde se vaya a quemar, como la chimenea o la barbacoa. Los troncos deben mantenerse aislados de la lluvia para evitar que almacenen humedad en el otoño e invierno y deben disponerse de forma que el aire pueda circular entre ellos. No cubras totalmente los troncos, ya que estarías impidiendo su ventilación. Si la leñera está en el exterior, la leña no debería estar en contacto directo con el suelo, es aconsejable dejarla sobre un soporte elevado, una lona o unos palets para evitar que se pudra.
Y, por supuesto, no queremos accidentes: busca un terreno bien nivelado para tu leñera y por seguridad evita que los niños utilicen la pila de troncos como un columpio.
Si quieres saber más, tenemos una Guía sobre almacenamiento y consejos para elegir una leñera.
¿Qué es eso de los taninos y cómo se eliminan?
Los taninos son compuestos orgánicos presentes en la que se liberan cuando se calienta o quema la madera. Son un mecanismo de defensa del árbol: lo protegen contra las heridas y agresiones exteriores, ya que su ingesta puede resultar tóxica para microorganismos y protege los frutos del árbol de frente a los hervíboros hasta que están maduros.
Los taninos tienen propiedades astringentes y antioxidantes y se utilizan en salud y alimentación, pero en la combustión de la madera pueden provocar una reacción química no deseada. Los taninos se eliminan dejando secar la leña al aire libre el tiempo suficiente para que salgan al exterior del tronco y la lluvia los arrastre. En el caso de las maderas ricas en taninos, como el roble o la encina, este proceso puede llegar a durar 2 años.
¿Dónde y cómo tirar las cenizas de la leña?
La leña es un material orgánico, y por tanto sus residuos se depositan en el contenedor de basura orgánica, pero no se pueden tirar sin más. Una de las principales causas de incendios de contenedores de basura durante el invierno son los restos de barbacoas y chimeneas mal apagados que se reavivan y prenden en la basura.
Ante todo, hay que asegurarse de que las brasas y los tizones están completamente apagados, especialmente si proceden de maderas duras como la encina. No hay prisa, deja que las cenizas reposen durante varias horas después de que las ascuas dejen de emitir calor.
Nunca dejes un fuego desatendido, aunque parezca apagado. Si tienes que salir o irte a dormir cubre las cenizas con arena, pero nunca viertas agua sobre las brasas mientras están en la chimenea. Es mejor recoger las cenizas en un cubo metálico, cerrarlo con tapadera para que la falta de oxígeno detenga la combustión y dejarlo unas horas en la terraza o el jardín. Para mayor seguridad, puedes echar agua en el cubo hasta que la ceniza y los restos de troncos se empapen bien. Antes de tirar a la basura los residuos de leña, vierte el exceso de agua del cubo y vacía los materiales sólidos en el contenedor de organicos.
Las cenizas de la leña también se pueden reutilizar como fertilizante natural. Contienen varios nutrientes, como el fósforo, el calcio y el magnesio y el fósforo, que enriquecen la tierra de un huerto o un jardín. Si además vives en una zona de suelo ácido, la ceniza tiene la propiedad de elevar el pH y se utiliza para subirlo hasta niveles mas adecuados para el desarrollo de las plantas.
¿Estufas de leña o estufas de pellets?
Las estufas de pellets utilizan pequeños cilindros compactados de serrín y en principio ofrecen una combustión más eficiente que la leña, dejan menos residuos y no hacen tanto ruido como las de leña, por lo que son más adecuadas para calentar viviendas en zonas urbanas. Sin embargo, tienen un precio más elevado, muchos modelos requieren de suministro eléctrico para funcionar y deberás instalar una salida de humo al exterior.
Las estufas de leña, por su parte, son más económicas, hay mayor disponibilidad de combustible y puedes usarlas en zonas rurales sin electricidad. A cambio, la eficiencia energética de la leña seca es algo menor que los pellets, estas estufas requieren atención frecuente para alimentar la combustión, y necesitan un mantenimiento frecuente evitar la acumulación de ceniza, hollín y otros residuos que pueden ser peligrosos.
Para más información te remitimos a nuestra completa comparativa de pellets vs leña.
¿Por qué deberías comprar leña en un comercio especializado?
La leña es un producto con una demanda fuertemente estacional, y en invierno aparecen ofertas de leña en muchos sitios, como gasolineras o webs de anuncios clasificados, dispuestos a satisfacerla. Incluso puedes encontrar leña en conocidos gigantes del comercio electrónico que no deberían ser tu primera opción si buscas una leña con la mejor relación calidad/precio. Es recomendable acudir primero a un mayorista especializado donde puedan asegurarte que la leña procede de talas controladas y dispongan de las instalaciones necesarias para asegurar el correcto secado de la madera durante un mínimo de 9 meses y entregar los troncos limpios de tierra y ramas.
Un proveedor de confianza tiene la experiencia para aconsejarte sobre la cantidad y el tipo de leña que necesitas, puede servirte la mezcla de leñas más adecuada para conseguir el mayor rendimiento según tu tipo de estufa o chimenea, debe disponer de una báscula homologada por la Comunidad de Madrid para pesar tu pedido y a partir de cierto volumen de leña puede ofrecerte el servicio de transporte hasta tu domicilio y la colocación del cargamento.