Guía para elegir tu kit de herramientas de chimenea.

Estás disfrutando del calor natural de tu hoguera y llega el momento de avivar el fuego, mover un tronco o retirar las cenizas. Son tareas a veces ingratas pero que se facilitan mucho si cuentas las herramientas de chimenea adecuadas. Te contamos cómo elegir los utensilios más adecuados para ti.

Los accesorios para usar en chimenea o estufa te facilitan un manejo más limpio y sencillo del fuego, y además aportan un elemento de seguridad porque evitan que tengas que acercarte demasiado al calor para manejar los troncos y previenen desperfectos por un salto de chispas accidental fuera del habitáculo de combustión.

Encender y mantener encendida una chimenea sin las herramientas adecuadas, además de ser un riesgo, acabará convirtiendo el disfrute del calor de la leña en un trabajo incómodo. La buena noticia es que podemos evitarnos muchas molestias con una pequeña inversión que se compensa desde el primer día de invierno. En esta guía te mostramos los accesorios esenciales y te damos algunos criterios que te orienten en la compra.

¿Necesito utensilios especiales para la chimenea?

Siempre hay quien se las arregla con utensilios que no son específicos para el fuego de leña, pero utilizar una escoba de madera o un recogedor de plástico es una vía segura para dejarlos inservibles en poco tiempo. ¿Por qué no invertir un poco más en unas buenas herramientas de latón, hierro forjado o acero inoxidable, resistentes al fuego, que nos durarán toda la vida?

Además de su utilidad, hay juegos de herramientas con un valor decorativo que embellecen la zona de la chimenea incluso cuando no se utiliza. Igual que sucede con los leñeros de interior, hablamos de herramientas con utilidad práctica, pero también de complementos de decoración con valor estético donde tienen cabida los utensilios de estilo clásico, rústico, funcional… que se adaptarán al interiorismo de la habitación. En algunos anticuarios puedes incluso encontrar viejas herramientas de hierro o de latón que son auténticas piezas de artesanía con un valor estético añadido a su utilidad.

Puedes comprar las herramientas sueltas, o buscar kits completos que incluyen un soporte o portaherramientas a juego para tener cada utensilio localizado y la habitación a salvo de manchas de hollín. Los portaherramientas clásicos son estructuras verticales, con unos ganchos en la parte superior para colgar las herramientas. La parte inferior puede llevar unas patas o mejor aún, una pequeña bandeja donde caen los restos de ceniza que se hayan pegado a los utensilios.

El diseño industrial ha introducido en el mercado otras tipologías de portaherramientas en forma de cubo, de estante, integrados con un pequeño leñero… Finalmente, si cuentas con una pared libre cerca de la chimenea te puedes decantar por los bastidores colgantes para atornillar en la pared.

Herramientas ordenadas y a juego con estos kits

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Pinza o tenaza

Las tenazas facilitan la tarea de mover troncos, brasas o tizones dentro del fuego. A la hora de elegir esta herramienta, debes tener en cuenta varios factores. Por supuesto, necesitas que esté fabricada en un material resistente al fuego como el resto de los utensilios de esta sección, y que ofrezca estabilidad para sostener cierto peso. Las pinzas o tenazas se fabrican actualmente de acero o de hierro forjado, y por su tamaño y construcción sólida terminan siendo instrumentos pesados que requieren cierta práctica para menjarlo con soltura. Como consejo general de seguridad, elige un modelo que puedas agarrar con fuerza y si tienes que mover una madera pesada, utiliza sin problema las dos manos.

A la hora de escoger la longitud de las tenazas debes pensar en el uso que va a darle. Unas tenazas más largas pesan más, pero a cambio te permiten guardar más distancia con el fuego y tardan más en calentarse. La longitud estándar de las pinzas está en torno a 40cm. Hay modelos que se fabrican en largos superiores a 60cm que son más apropiados para usos industriales como asadores o pizzerías. Con unas pinzas de 40 o 50cm puedes alcanzar cualquier rincón de una chimenea o una barbacoa doméstica normal. Aunque los modelos más cortos de 40cm pueden ser tentadores por su ligereza, podrías llegar a quemarte al intentar alcanzar las zonas más apartadas del fuego.

Otro aspecto es la forma de las tenazas. Dejando de lado modelos particulares como las tenazas francesas, que parecen una gran pinza, las tenazas que se ven en las chimeneas y barbacoas españolas son como grandes tijeras con brazos más largos. Unas orejas más amplias dificultan el agarre de las tenazas con una sola mano a cambio de calentarse algo menos, pero en este punto el factor que importa es que la forma de las orejas te permita una buena sujección, ya sea con una o dos manos. Los brazos pueden ser planos, o con un arco al final de los brazos que se adapta a la forma cilíndrica de un tronco y facilita la sujección de piezas de madera.

Pala recogedor y escobilla

Con el uso se va almacenando una capa de ceniza y otros restos de combustión en el suelo de la chimenea que deberías mantener dentro de un grosor medio: si se acumula una capa demasiado gruesa, se dificulta que llegue suficiente aire a la madera para conseguir una buena combustión, pero siempre conviene dejar un remanente de ceniza que aislará de forma natural el fuego del frío del piso y facilitará el encendido y un quemado regular y constante de la madera.

En este manejo de la ceniza es donde entra en juego la pala o recogedor de chimenea, una herramienta optimizada para cumplir una función concreta con importantes diferencias con una pala de jardín o un recogedor de basura. La pala es de un material metálico que soporta el calor residual y a prueba de alguna brasa que haya quedado escondida entre las cenizas. Además, es una pala de pequeño tamaño que puedes manejar con una mano, pero el mango tiene suficiente longitud para mantener las distancias y trabajar sin agacharte.

El complemento natural de la pala es la escobilla, como siempre con un mango de metal lo suficientemente largo como para poder introducirla cómodamente en el habitáculo de la chimenea y amontonar las cenizas con seguridad para extraerlas con el recogedor. Para una chimenea casera, la longitud de 40-50cm que se encuentra habitualmente en la tiendas servirá perfectamente. Las cerdas se fabricaban tradicionalmente con fibras de maíz o mijo, pero ahora son frecuentes los cepillos de fibras sintéticas como el nylon.

Fuelle o soplete

Uno de esos artilugios intemporales que colgaban en la pared de las viejas cocinas de carbón o de leña, el fuelle sirve para iniciar o avivar la combustión de un fuego mediante la inyección de una ráfaga de aire que suministra un caudal adicional de oxígeno más intenso que si soplaras o intentaras avivar las brasas agitando un abanico.

Como el tubo soplador del fuelle va a estar cerca de la fuente de calor, debe ser de zinc o hierro fundido y lo bastante largo como para mantener alejadas las piezas de madera y el saco de cuero. Hablando de materiales, lo más normal es que los fuelles actuales se fabriquen con cuero artificial, pero si tienes ocasión de hacerte en un anticuario o un mercadillo de segunda mano con un modelo de cuero auténtico en buen estado, no lo dudes.

Te recomendamos algunos fuelles

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El tamaño del fuelle vendrá determinado por el tamaño de la chimenea o barbacoa donde pienses utilizarlo. El diámetro de la zona central del fuelle donde está el saco de aire, excluyendo el mango y el soplador, te dará una idea aproximada de su capacidad para succionar y expulsar aire, aunque debes tener en cuenta que no todos los fuelles ofrecen la misma apertura máxima. Un fuelle de 18-20cm de diámetro será más que suficiente para la utilización habitual en una chimenea de casa.

No hay muchos objetos cotidianos que envejezcan tan bien como un fuelle. Con el paso del tiempo y el uso cotidiano la madera y el cuero natural se oscurecen, pero eso añade solera a esta bella herramienta. Por eso merece la pena que gastes algo más en un fuelle que decore y funcione durante muchos años.

Atizador de mano

El atizador de mano es otra herramienta para avivar un fuego. El objetivo es remover las brasas de la chimenea o la barbacoa para que llegue más oxígeno a la parte inferior del fuego y la combustión sea más eficiente. Se trata de una barra de hierro con el extremo final doblado en forma de gancho para arrastar pavesas o pequeños troncos. La principal decisión de nuevo es la longitud de la herramienta, que depende como habrás adivinado del tamaño del fuego que debas manejar. Un atizador de los consabidos 40-45cm de largo ya te permitirá remover el fondo de la mayoría de chimeneas caseras sin acercarte demasiado al calor.

Salvachispas o placa protectora

Por muchas precauciones que se tomen, es casi inevitable que a veces salten chispas del fuego. Además de ensuciar, si tienes un suelo de parquet estas pequeñas pavesas pueden deteriorar la madera y en el peor de los casos, saltase una chispa sobre algún material combustible en un momento en que el fuego está desatendido, podrías llevarte un susto. Mejor prevenir con una placa protectora, un sencillo accesorio fabricado en material resistente al fuego.

La primera opción son las placas o alfombrillas cubresuelos, piezas horizontales de metal o de un tejido ingnífugo que se ponen sobre el piso delante de la abertura de la chimenea. Mide el ancho del habitáculo del fuego y calcula cierto margen de seguridad a ambos lados. Es interesante mencionar que hay modelos de alfombrilla ignífuga de mayor tamaño específicos para poner debajo de una barbacoa que llegan a medir 150cm de largo.

Puedes ir un poco más allá en la prevención de las chispas y evitarlas con una placa de rejilla vertical de metal o vidrio templado que cortará de raíz la salida de chispas y ofrece más variedad de diseños y materiales que con las placas horizontales. Los modelos más habituales son de un solo panel fijo -plano o curvado- o en forma de tríptico plegable con dos paneles laterales que se abren o cierran según el tamaño de la chimenea. A partir de ahí se trata de encontrar un estilo que vaya con la chimenea y el resto de la habitación, con más o menos ornamentación, actuales o vitage… Lo importante es medir bien las dimensiones de tu chimenea para que el salvachispas cubra la mayor parte del hueco y que, una vez colocado, quede bien estable.