El catálogo de astilladoras de leña puede parecerte abrumador a primera vista, pero al final todas se basan en un mismo principio de funcionamiento: los troncos se presionan contra una cuña de acero que los acaba abriendo longitudinalmente. La diferencia básica es cómo se produce esa presión sobre la madera: golpeando empujando el tronco, o mediante la fuerza de un motor eléctrico o de explosión.
Te mostramos primero un panorama general del mercado de astilladoras, y a continuación te orientamos sobre los dos tipos de tronzadoras más recomendables para utilización ocasional en el ámbito doméstico: las manuales de cuña o pedal y las eléctricas monofásicas.
Clasificación de astilladoras
Las astilladoras se pueden clasificar según varios criterios que te ayudarán a ir eligiendo y descartando hasta que puedas elegir entre una variedad manejable de modelos:
- Según su ámbito de utilización: pueden ser para uso profesional o domésticas.
- Según su mecanismo:
- Manuales (de cuña, de pedal o cinéticas)
- De motor eléctrico (monofásicas o trifásicas)
- De motor de gasolina.
- Astilladoras para tractor, que se conectan a la toma de fuerza.
- Según su potencia nominal: es la presión que aplican sobre la madera expresada en toneladas, de las 6-9 toneladas de las astilladoras domésticas a más de 30-35 toneladas de las máquinas profesionales.
- Por su disposición: horizontales, verticales (algo más cómodas de manejar) o multiposición.
Hay otro tipo especial de astilladoras que puede llevarte a confusión. Se trata de las biotrituradoras, que se emplean para desmenuzar resíduos de poda y jardinería, como ramas y hojarasca, pero que no sirven para abrir troncos de leña seca.
Las astilladoras profesionales están reservadas a los almacenes de leña, aserraderos y explotaciones forestales. La necesidad de manipular diariamente troncos de gran volumen justifica la inversión en esta maquinaria de alta potencia con un chasis reforzado que puede costar varios miles de euros.
Aquí te recomendamos algunas astilladoras de uso doméstico suficientes para alimentar tu estufa o tu chimenea, que van desde las cuñas manuales para abrir los troncos con ayuda de una maza hasta rajadoras eléctricas económicas, para que no tengas que gastarte en una herramienta lo que te ahorrabas de calefacción. Estos modelos son capaces de manejar troncos limpios y sin nudos, de hasta 20-25 cm de diámetro, como los que sueles encontrar en los almacenes especializados en leña.
Astilladoras manuales
En caso de que no tengas una toma eléctrica donde preparar la leña o sólo necesites preparar pequeñas cantidades de leña de vez en cuando, tal vez te baste una astilladora manual de mano o de pedal.
Las astilladoras manuales son más baratas y silenciosas, no requieren electricidad o combustible para funcionar y su mantenimiento es muy sencillo. Sin embargo, requerirán más esfuerzo físico para cortar troncos gruesos o las maderas más duras. Siempre puedes motivarte con la frase de Thoreau, el pionero de la ecología del siglo XIX: “la leña te calienta dos veces, cuando se corta y cuando se quema”.
Los modelos de astilladoras más sencillos y asequibles son cuñas metálicas que se hunden en un extremo del tronco con la ayuda de una maza hasta que se abre. Lógicamente, es más fácil utilizar la cuña manual sobre maderas blandas, pero con algo de práctica y una maza lo bastante pesada se llega a abrir la madera de encina en un par de golpes.
Nuestra selección de cuñas para astillar
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El siguiente escalón de astilladoras manuales son las que presentan algún tipo de estructura para sujetar el tronco perpendicular sobre la cuña, facilitar la precisión del golpe y sujetar las astillas. Algunos modelos manuales sustituyen la fuerza que aplicas con la maza por soluciones imaginativas, como la energía cinética de una pesa que se deja caer a lo largo de una guía vertical sobre el tronco.
Finalmente están las astilladoras de pedal, las más grandes y potentes de todas las astilladoras manuales. Se accionan mediante un pedal que presiona la hoja de corte, lo que permite un mayor control y demanda menos esfuerzo físico. Sin embargo, son las astilladoras manuales más pesadas, y tendrás que disponer de cierto espacio libre tanto para utilizarla como para guardarla.
Astilladoras manuales recomendadas
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En cuanto a los tipos de cuñas, hay modelos planos que parten el tronco por la mitad, otros modelos en forma de cruz que lo tronzan en cuatro partes, y finalmente las cuñas helicoidales, que van girando conforme se hunden en el tronco para abrir la madera desde el centro. Las cuñas en forma de cruz deben reservarse para troncos de menos de 30cm de diámetro, de madera blanda y sin nudos, o el exceso de presión necesario para partir la madera en cuatro partes de una vez puede dañar el mecanismo.
Existen otras variantes basadas en un tornillo cónico sin fin que presiona lateralmente el tronco hasta hacerlo estallar, por lo que no se consideran tan seguras y no las incluiremos en la selección.
Astilladoras eléctricas
La alternativa doméstica a las astilladoras manuales son las rajadoras eléctricas. Para uso con el suministro eléctrico de la vivienda, la opción más recomendable es una astilladora monofásica (230V) de unos 3-4CV de potencia que ofrecen una presión entre 5-10 toneladas, suficiente para abrir troncos limpios de 15-25cm de diámetro sin hacer saltar los plomos. Su mantenimiento es más sencillo que el de los modelos de gasolina, no emiten gases y no necesitas guardar en casa garrafas de combustible, pero debes asegurarte de tener una toma de corriente que soporte los 3.000-4.000W de potencia que demanda el motor.
Las astilladoras eléctricas llevan un chasis con dos tubos corredizos que van guiando el tronco y lo presionan perpendicularmente contra la cuña mediante un cilindro hidraúlico que transmite la fuerza del pistón. Dentro de las astilladoras eléctricas de uso casero, la principal decisión es el montaje: horizontal, vertical o dual. Como ya hablamos de equipos más pesados, es importante que dispongan de ruedas para desplazarlas hasta la zona de trabajo.
- Las astilladoras eléctricas horizontales son algo más compactas y la posición hace que los troncos, una vez dentro del chasis, sean más fáciles de manejar para un usuario inexperto. Por contra, suelen tener una potencia algo más limitada, hasta 6-7 toneladas y necesitan disponer de una base sólida. Si las utilizas directamente en el suelo, tendrás que agacharte para colocar y retirar los troncos.
- Las astilladoras eléctricas verticales son preferibles para un uso más intensivo porque puedes utilizarlas desde una postura erguida más natural que te permite manejar troncos algo más pesados, y en general ofrecen un poco más de potencia nominal que los modelos horizontales, hasta 9-10 toneladas. Tienen una plataforma para el tronco de altura regulable con un máximo en torno a 50-60cm que marca el tope de longitud de la madera que puedes trabajar. Algunas astilladoras verticales domésticas ofrecen una característica habitual de los equipos profesionales, que es la opción de corte hasta el suelo, que te evita el trabajo de levantar el tronco para dejarlo sobre la plataforma.
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Seguridad con las astilladoras
Las astilladoras, incluso en sus versiones de uso doméstico, son herramientas potencialmente peligrosas. Consulta previamente el manual del aparato y recuerda extremar las medidas de protección personal:
- Es preferible utilizar la astilladora en exterior sobre una superficie firme y nivelada. Sólo debe acercarse a la máquina quien vaya a manejarla, y siempre con guantes, protección ocular, mascarilla y calzado de trabajo. Evita llevar ropa suelta, colgantes o relojes que pudan engancharse con alguna pieza.
- Si estás cansado, has tomado bebidas alcohólicas o medicinas con aviso de riesgo para manejar maquinaria, es mejor dejarlo para otro momento.
- Los dos extremos del tronco, tanto la superficie de corte como la base deben ser planos y regulares, perpendiculares a los lados, para evitar que la madera se desplace y pueda golpear al operario debido a la presión.
- Nunca utilices las astilladora con troncos que superen el grosor o la longitud indicados por el fabricante.
- No retires los resguardos o elementos de protección de la herramienta, hay un buen motivo para que estén ahí.
- El tronco debe estar seco y limpio, no debe presentar nudos para evitar que su dureza sobrepase la potencia de la astilladora y se dañen sus componentes.
- Finalmente, nunca dejes la máquina desatendida, y utilízala siempre en un espacio despejado y con suficiente iluminación.